LA HISTORIA DEL CID QUE CAMPEABA CAMPEANTE EN LA CAMPANA DE MADRID.


Guten Morgen, Divina pareja. Hola a mis amigos, amigas, perros de poco pelo, de pelo pobre, sin y con alopecia, sordos, mudos, anósmicos y gente que una de sus virtudes no es tener pelo. Precisamente, en el día de hoy les traigo una pequeña biografía Del Cid que Campea, in the Madrid. ¿Qué por qué?

                                                                                                                                          SÍ, ¿POR QUÉ?

No sé, quizás porque quiero, porque puedo y porque me da la gana.

VAYA, DIABLOS SEÑORITA.

Soy un hombre.
SÍ, LO QUE DIGAS EL JOHNIS.

¡No se escribe así! Bueno, el punto es que me apetece traeros la biografía (más o menos) del señor Rodrigo Hijo de Diego Vival. Porque hoy toca hacer eso según el día internacional nacional de la R.I M. C República independentista de mi casa.

(Lo que estáis por leer probablemente sea una mezcla entre el cantar del mío cid y la vida real, se ruega discreción)

Básicologicamente, el Cid, es desterrado pues el rey pregonaba en destos parajes que les había dado crédito a los envidiosos cortesanos enemigos del Cid, los cuales le había acusado con suma falsedad quedado parte de los tributos pagados a la corona por el rey moro de Sevilla. Si les soy sincero, honesto y franco, no me he enterado de nada. Pero sé, que tu probablemente tampoco.
El poema comienza cuando el Cid se marcha de Sevilla, posteriormente después de dejar su casa, el Cid, acompañado junto a sus fieles del señor se dirigen a Burgos, que no Burger King. Jo, cuanto hecho de menos una "hamburgueja" aunque sea al vapor. Los vecinos los ven pasar, (y probablemente no lo saludan por saboríos) y el Cid vivaquea fuera de la ciudad. Esto último se debe a que son, según la página, unos marginados sociales de la sociedad. Así bien hemos, bien góticos.
Martín Antolínez, (les juro que así se llama el pana) un vasallo del héroe, ayuda al Cid. Pero desgraciadamente para todos, eso no parece suficiente para el pobre del Señor Díaz así que urde un plan maquiavélico: Dejar arcas aparentemente llenas de los tributos en prenda como garantía del cumplimiento de un compromiso o de la devolución de un préstamo. Pero que resulta que las arcas están llenas de arena. Y desta manera (entiéndase la referencia medieval) el Cid y los suyos consiguen unos seiscientos destos. Estos prosiguen su viaje hacia San Pedro de Cardeña. Este es un monasterio que recoge a nuestros desdichados héroes. Mas sin embargo, estos se quedan por poco tiempo en aquellos parajes. (Mientras tanto por alguna razón suena está canción)

San Pedro de Cardeña

El Cid llega a la frontera de Castilla así tan campante (¿O más bien campeante?¿Eh? ¿Ehhhh?) . El Cid sueña con el ángel Gabriel que le dice, suavemente, en el oído con una voz sensual de narrador latino (por Dios sabe que razón): “No pasa nada, todo está bien. Nada va a salir mal. Tranquilisese mushasho”. El Cid, jubiloso porque un ángel del señor se bajó del cielo para decirle cosas agradables a través de sus sueños, va a Toledo a campear. El señor Díaz de Vival quiere (o más bien quería) obtener sus créditos, los cuales, son: La obtención de botín de guerra y el cobro de tributos de protección a los musulmanes. No sé por qué, desgraciadamente no me leí el libro, no sé a qué se refiere.
Para conseguir estos cometidos que a de menester, Rodrigo hace la primera campaña en el valle del río Henares. Esto lo divide en dos partes, la primera consiste en que el Cid consigue tomar la plaza de Castejón con una parte de sus hombres; la otra parte comandada por su lugarteniente Álvar Fáñez, saquea río abajo. Gracias al señor, al señor Díaz, las dos operaciones resultan completa y absolutamente victoriosas y ganan mucho dinero, pero desgraciadamente al ser Toledo parte de los terrenos de su majestad Alonso, éste se encabrite de mala manera con sus adversarios y tome cartas sobre el asunto.
Mejor será que vaya resumiendo los puntos claves de diferencia entre el Cid de verdad y el de ficción.
En la realidad, Rodrigo Díaz nació en 1043 en Vivar cerca de Burgos, era hijo de Diego (de ahí Díaz, hijo de Diego) y una de las hijas de Rodrigo Álvarez. Se crió junto al príncipe Sancho segundo, el cual, fue un gran compañero hasta 1072 donde murió por culpa de un señor cuyo nombre era Vellido Dolfos según la crónica najerense.
A los 23 años era llamado “El campeador” porque consiguió derrotar al alférez del reino de Navarra. Y a los 23 años ya era llamado “El cid” como apelativo cariñoso. Este mote le viene del árabe dialectal سيد sīdi que significa “señor”.
Desgraciadamente pa' mucha gente, yo que sé, el Cid fue desterrado porque su gran amigo y compañero de aventuras se murió y el nuevo rey no era muy fan del señor Díaz. En el año 1081 del señor, el Cid fue desterrado por vez primera de Castilla, como ya conté antes. No he conseguido encontrar la razón concreta de por qué fue desterrado el Cid, pero básicamente no era del agrado del hermano de Sancho.
Cuando fue desterrado el Cid (de nuevo, esté señor tiene muy mala fama), se fue a buscar un nuevo señor al que servir junto a sus soldados. (Mientras sonaba está canción, por alguna razón). Según se cuenta, se fue directo hacia Barcelona. Allí gobernaban dos condes hermanos cuyos nombres eran Ramón Berenguer II y Berenguer Ramón II, más estos no les gustaba la idea de darles cobijo en su castillo (Sobre todo con semejantes nombres que Dios quiera que sean sien por sien real no fake). Ante esto y, desilusionado, el Cid decidió irse a Zaragoza y seguir las ordenes de su rey.
Ya cuando llegó a Zaragoza, el Cid aún estaba como rey Almuqtadir, ya achacoso. Este señor era un celebrado guerrero y poeta y que había mandado a construir el palacio de la Aljafería. Pero para mala suerte y adversidad de todos, Almutqtadir murió poco tiempo después, por lo que se alzaron con el trono sus dos hijos Almutamán, rey de Zaragoza, y Almundir, rey de Lérida. A Rodrigo le dio un poco igual la muerte del rey, pues siguió fervientemente y con devoción casi religiosa a su primer hijo Almutamán, el cual tiene nombre de superhéroe.
El Cid ayudó a defender las fronteras de Almutamán de los aragoneses por el norte y contra la presión leridana por el este. Rodrigo tuvo dos campañas principalmente, la de Almenar en 1082 aconteció nada más Almutamán el antiheroe se coronó como rey y gobernante. Que pena que ese verbo haya perdido completamente su significado ahora. Ya que el hijo pequeño no se quería someter a su hermano mayor, como es lógico y natural, así que el Cid pactó con él para que no molestase mucho en su parte del reino (además de haber pactado con otra gente para que lo apoyara).
Pero de repente le atacan, y el rey de Zaragoza manda a El Cid a que le eche un ojo a la frontera del norte. Así que Rodrigo se va a inspeccionar Monzón, Tamarite y Almenar. De mientras los de Lerida estaban siendo atacados por su gente, y consiguen quedarse con el castillo allá por Lérida.
Debido a que Rodrigo también fue atacado por el conde de Berenguer, tuvo que poner pies em polvorosa y marcharse de allí.


Tras un intento fallido de llegar a un acuerdo, El Cid decide atacarlos, y no solo les vencen a pesar de ser menos si no que además consiguió capturar al conde de Berenguer. El Cid fortificó el castillo de Olocau del Rey, posteriormente de saquear las tierras del sudeste de la taifa de Lérida e inclusive atacar la imponente plaza fuerte de Morella, al noroeste de aquella misma.
Gracias a la posibilidad de poder atacar cerca a los zaragozanos hizo replantearse al hermano de Almutamán la idea de ayudar al Cid, cosa que terminó haciendo.
Y una vez más, y para sorpresa de nadie pues nadie es muy impresionable, el señor Díaz venció una vez más. Este consiguió capturar de una manera efectiva y eficiente a los principales magnates de Aragón, y nunca más se supo de ellos.
Por desgracia y para la tristeza de todos, el pobre de Almutamán se acabó muriendo en el año 1085 de su señor por culpa de la pérdida de Toledo. Su sucesor fue Almutaín segundo. El Cid estaba algo aturdido, pues su antiguo amo solo le había durado cuatro años en el trono, así que sirvió por muy poco tiempo al hijo de su amigo. Alfonso sexto consiguió sitiar el solito (junto a su ejército) Toledo, por lo que se dispuso a conquistar esta vez Zaragoza. Pero claro, esto no lo quería el Cid pero ni en pintura, pero resultó que el día 30 de julio de ese año el emperador de Marruecos desembarcó porque no quería que los reyes cristianos avanzarán en la conquista de terreno. Esto se lo tomó a mal el rey de Castilla, Alfonso VI, que tuvo que irse dirección a Toledo para proteger su patria contra los invasores. Sin embargo, para desgracia del rey, perdió la batalla. Pero no solo la perdió, sino que, además llamaron a su derrota la gran derrota castellana de Sagrajas el 23 del año 1086.
Y entonces, refunfuñando y con una expresión de resignación impresionante en su semblante, el rey le devolvió los favores a Rodrigo y este último regresó tan campante (como su apodo) a su querida patria, la cual estaba más o menos igual que cuando la dejó.
Resumiendo que, en el verano de 1087, El Cid se fue dispuesto a ayudar a Alqadir, el rey suplente de Toledo donde estaba igual de frágil como lo había dejado Rodrigo.
Primero pasó por Zaragoza, donde se juntó con Almustaín segundo y los dos se fueron derechitos a Valencia, donde estaba siendo fuertemente atacada por viejos enemigos de ambos. El Cid se fue finalmente a Castilla para explicarle la dura situación al rey (probablemente). El señor Díaz partió al frente de un nutrido ejército en dirección a Murviedro.
Mientras el Cid venía, Almutaín había estrechado lazos en contra de Rodrigo con el conde de Barcelona. Entonces, Rodrigo entristecido porque su amigo le había traicionado, se vio obligado a hacerse aliado de Almudir. Ya cuando llegaron, se sorprendieron de que Valencia estaba sitiada por entero por el archiconocido Berenguer Ramón II, hijo de Berenguer Ramón I y nieto de Ramón Borrell. Parecía que tendría que haberse liado una buena pelea, pero el Cid negoció un rato con Berenguer Ramón II y éste se marchó sin pelear ni nada por el estilo.
Victorioso, Rodrigo comenzó a comportarse de una manera extraña y poco bizarra por su parte, empezó a cobrar para sí mismo en Valencia y en los restantes territorios levantinos los tributos que antes se pagaban a los condes catalanes o al monarca castellano. Lo cual no entiendo a que se refiere, pero supongo que será extraño y poco habitual.


Este comportamiento a lo mejor puede sugerir que El Cid negoció una independencia total de su persona, y a cambió él le defendería los “intereses defensivos de defensa defensiva” de Castilla en el frente oriental de la misma.  Esta situación, de hecho, pasaría a ser de derecho constitucional a finales de 1088, después del trágico incidente del castillo de Aledo.
Pero no todo era risas y felicidad para el despreocupado Cid, pues resulta que el rey Alfredo VI había logrado hacerse dueño y señor de la fortaleza de antes (donde ahora está Murcia). Y desde allí amenazó las Taifas de Murcia, Granada y Sevilla donde mandaba a sus soldados para amenazar lo suficiente y causar la impresión esperada. Esto asustó un poco a los reyes de las Taifas quienes le rogaron ayuda al emperador de Marruecos (una vez más). El emperador vino y con sus tropas el verano de 1088 rodearon por entero la ciudad de Aledo e impidieron la entrada y salida de este para así conseguir su rendición. 
Cuando el rey se enteró de esto fue corriendo a buscar ayuda del Cid. Por su parte, Rodrigo se fue al sur acercándose con cuidado hacia la zona próxima de Aledo (marca blanca de Toledo), pero al final no se reunió con las tropas de Castilla.


Esta fue su estrategia versió photosop paint cutre.

Y bueno, ya lo dejamos aquí por hoy que si no se nos hace el cuento largo y eso yo no lo quiero. Bueno, posyastá. Ahora pa' tu casa. Aunque lo más probable es que ya estés en ella. Mhhhhh, pues no sé, aprovechó ahora para un poquito de Spam del sabroson: ¡Servidor de minecraft roleplay de estilo medieval, vanilla 1.14.4 , con plugins mods permitidos: optifine y xaero´s minimap, abierto 24 horas, no premium! Y pronto se viene lo bueno, créanme. Cedriko es il mejiore Monjitore di la tuta era medievalì.
Bueno, que casi se me olvida, Y recordad, os deseo buena suerte y fortuna a vosotros Divina pareja, dulces sueños y Gute Nacht.

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