MIS VIAJES POR TERRANOSTRA. CAPITULO TRES.
Guten Morgen, Divina Pareja. Nos se que decir. Simplemente hoy quería mostrarles el tercer capítulo de Mis viajes por Terranostra, y ya está. Así de simple. No tenía pensado decir nada, la verdad. Bueno pues aquí lo tenéis, el capítulo:
CAPITULO 3: LA CAVERNA
cuando me desperté, me
encontré en un lugar oscuro y sombrío. No tenía ni idea de cómo había llegado
hasta allí. Parecía una caverna llena de huesos y cráneos humanos. En medio de
la estancia, se hallaba una figura encapuchada con aire siniestro. Parecía
escudriñar la caverna. Hasta que se giró y me miró.
Nunca olvidaré su rostro
cadavérico, pétreo. Su carne era negra y parecía no poseer ojos. Su cara se
asemejaba a una calavera podrida y demacrada sin expresión. Estaba envuelto en
unos harapos llenos de jirones y consumidos por la putrefacción.
Con un sonido grave, gutural
y profundo me dijo:
-Hola, John. Te estaba
esperando. No pensaba que llegarías tan pronto, pero… Bueno, Heim por fin te ha
abierto las puertas de Terranostra- se acercaba a mí lentamente, parecía fluir
por las paredes. Reptando en el aire- Pensaba que iba a ser Nekail…
-¿Dónde estoy?- Interrumpí
casi en un susurro.
-Eso no importa ahora, John.
Lo importante es que ese idiota de Nekail tenía que terminar con tu padre, con
Heim, el que tú considerabas un animal de compañía, tu mascota, tu perro. Y es que, después de la
guerra de Ardra, Heim se escondió en la Tierra contigo. Se hizo pasar por tu
perro, para no levantar sospecha alguna. Porque tú eres su vástago. Tú estás
destinado a acabar con Terranostra. Tú eres su única arma.
-No digas tonterías, mis
padres son ingleses y, por supuesto, humanos y no un maldito perro de cola
verde. ¡Todo esto no es más que una horrible pesadilla!- le grité, pero el
siguió hablando, impasible.
-No, John. Tu perro, es
decir, Heim, tenía que acabar con Terranostra. Él es un Skavengött, los seres
más horribles de la creación. Tenía que destruir a Terranostra para conseguir…
bueno sus razones son secretas y no te incumben. Lo importante es que hace ya
mucho tiempo, tanto como años tienes, John, Heim fue a la tierra y tubo un
descendiente- hizo una larga pausa y puso una mueca mortuoria. Me miró
directamente a los ojos y dijo:
- Tú, John. Así que tú estás
destinado a destruir a toda Terranostra. Desde las islas de Pâlel hasta los
acantilados de Mýrkri. Porque acabarás con Munguyayetu y todos los reinos; por
eso la reina Malkia te ha mandado aquí, no soportaba tenerte ante su presencia
sabiendo ya quién eres- hizo otra pausa y me miró vacilante con una cara
sombría.- Te envió conmigo. Porque lo único que quiero es a ti.
-¿Y quién eres tú?- Le
pregunté, desgraciadamente, pues en lo más profundo de mi ser, me temía la
respuesta.
-Pues… algunos me llaman
Tod, Almaw, Smierc, Smirt, DØd o Death otros me
llaman Morte, la Morte, Moarte, Mortes o Ka Make. Pero tú me puedes
llamar…-puso una mueca macabra y dijo- La Muerte.
Y,
mientras en mi cabeza rondaban un sinfín de preguntas que me aclararan qué
demonios estaba pasando con mi monótona vida singular, sentí de nuevo que me
desmayaba. Todo daba vueltas a mi alrededor. Un olor nauseabundo me llegaba
hasta los pulmones.
Y
de nuevo esa sensación que ya se estaba convirtiendo en una costumbre.
Y
caí …
Un
pitido intenso sonó en mi cabeza…
Un
gran destello…
Un
parpadeo…
Un
gran dolor en las sienes…
Un sopor… un gran sopor…
Bueno gente, esto es lo que tenéis de momento. Y, como al principio, desconozco otra manera de despedirme. Por lo que me veo en la obligación de decir, simplemente, que os deseo buena suerte y fortuna a vosotros, divina pareja, y Gute Nacht.
Bueno gente, esto es lo que tenéis de momento. Y, como al principio, desconozco otra manera de despedirme. Por lo que me veo en la obligación de decir, simplemente, que os deseo buena suerte y fortuna a vosotros, divina pareja, y Gute Nacht.
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