LOS 8 MITOS MÁS SANGRIENTOS, EXTRAÑOS Y REPULSIVOS DE LA MITOLOGÍA GRIEGA. SEGUNDA PARTE.

Guten morgen, divina pareja. Hace un tiempo publiqué un artículo de tres mitos que no eran muy agradables de escuchar sobre de la mitología griega. Y, yo, pensando con esta cabeza tan preciosa que dios me ha dado, pensé en el segundo articulo de 8 mitos más asquerosos, ruines, pervertidos etc... Y así aprovechando la creciente popularidad del meme de destripando la historia de Zeus con Pascu y Rodri. Así que comencemos.

TIENES QUE DECIR LO DE LA ESCALA DE PODER

Ok, vale. Un poco de calma. También tenéis que descubrir estos mitos porque habéis ascendido a la escala de poder numero 9. Bien... ¿Contenta ?

SÍ

Pues me alegro. Comencemos.

-ORFEO Y EURÍDICE-

Hades solo mostró clemencia una vez.  Cuando Orfeo, un gran intérprete musical, se fue pa'l inframundo para recuperar a su esposa, Eurídice, que había sido mordida por una serpiente y murió en el acto. Así, Orfeo, que se sentía solo y aburrido en su casa fue a pedir a Hades que la reviviera o la resucitase o lo que hiciera falta. Emocionado por lo bien que sabía tocar Orfeo, Hades le dejó que se la llevara pa' casa con la condición de que nunca mirase pa'tras para comprobar si ella le seguía o se había sentado para descansar de tanto correr. Tenéis que entender que correr para huir del inframundo cansa lo suyo. Orfeo aceptó y se fue con Eurídice de vuelta a casa, sin embargo se estaba preguntando cosas extrañas, temiendo que Hades le hubiese mentido dándole otro alma diferente a la de su mujer o que su mujer no le siguiera por pereza o que le hubiese puesto los cuernos con un esqueleto muy guapetón. Al salir del mundo de los muertos, Orfeo que no podía esperar más se dio la vuelta para comprobar que su esposa si lo había seguido, pero todavía no había salido del Hades, por lo que Orfeo rompió la promesa y Eurídice se fue de nuevo a la fosa. Después se muere Orfeo por las Menades.

-MUERTE DE ORFEO-

Según cuenta Ovidio, Orfeo intentó volver al inframundo para poder rescatar a su mujer, pero Caronte le negó el paso por el río Leteo porque no se fiaba mucho de él. Así que Orfeo se retiró a los montes Ródope y Hemo, donde permaneció tres años evitando la unión amorosa con cualquier mujer, a pesar de que se le ofrecieron muchas ninfas (estaba tan macizo que nadie se le podía resistir, ni siquiera yo). Orfeo seguía cantando y profiriendo gallos con su voz y tocando la lira, lo que provocó que los árboles se conmovieran y lloraran a moco tendido como niños pequeños.​ En esos montes fue visto por las bacantes tracias que se sintieron despreciadas por él. Apresaron a los animales que lo acompañaban y a él lo apedrearon, lo despedazaron y esparcieron sus miembros. Además de que lo acuchillaron, lo violaron y le arrancaron los ojos. Su cabeza y su lira fueron arrojadas al río Hebro; esos restos fueron a parar al mar, y, cerca de la isla de Lesbos, una serpiente quiso comerse la cabeza de Orfeo, pero Apolo la transformó en roca. Por su parte, Dioniso castigó a las bacantes convirtiéndolas en árboles. Mientras, el alma de Orfeo encontró a la de Eurídice en el inframundo, y desde ese momento son inseparables, bueno al menos termina con un Happy End.

-JUICIO DE PARIS-

Eris o Eride, la diosa de la Discordia y del mal rollito, se encabrita porque no la han invitado a las bodas de Peleo, a la que habían sido convidados todos los dioses. Planeó un maquiavélico plan de venganza sembrando la discordia entre los invitados (era la diosa de la Discordia no de la Imaginación). Se presentó en el sitio donde estaba teniendo lugar el banquete de los novios, y tiró sobre la mesa una manzana de oro, muy bonica por cierto, que era para la más hermosa de las damas presentes. Tres diosas (Atenea, Afrodita y Hera) discutieron para ver quién se iba a comer la manzana produciéndose tan gran confusión y disputa, que hubo de intervenir el padre de todos los dioses, Zeus.

Zeus decidió encomendar la elección a un joven mortal llamado Paris (porque no quería que su mujer se enfadara con él después de tanta infidelidad), que era hijo del rey de Troya. El dios mensajero, Hermes (Mercurio), fue enviado a buscarlo con el encargo del Juicio que se le pedía; localizó al príncipe-pastor y le mostró la manzana de la que tendría que hacer entrega a la diosa que considerara más hermosa de entre todas las diosas. Precisamente por eso lo había elegido Zeus; por haber vivido alejado y separado del mundo y de las pasiones humanas (no porque le diese miedo que se enfadara su mujer, no. Eso es una tontería). Así, se esperaba de él que su juicio fuera absolutamente imparcial para todas.

Cada una de las diosas pretendió convencer al improvisado juez, intentando incluso sobornarlo, con quién sabe qué cosas... La diosa Hera, esposa de Zeus, le ofreció todo el poder que pudiera desear o tener o, también, el título de Emperador de Asia; Atenea, diosa de la inteligencia, además de serlo de la batalla, le ofreció la sabiduría o, según otras versiones, la posibilidad de vencer todas las batallas a las que se presentase; Afrodita, le ofreció el amor de la más bella mujer del mundo. Todas se desnudaron para mostrar así su belleza al mortal.

Paris se decidió finalmente por Afrodita y, su decisión, hubo de traer graves consecuencias para su pueblo, ya que la hermosa mujer por la que Afrodita hizo crecer el amor en el pecho de Paris, era Helena, la esposa del rey de Esparta, Menelao; en ocasión del paso de Paris por las tierras de este rey, y después de haber estado una noche en su palacio, Paris raptó a la bella Helena y se la llevó a Troya.

Por cierto, la historia de como nació Helena también es muy extraña: Zeus metamorfoseado en un cisne, sedujo a Leda y yació con ella esa misma noche que Tindáreo, esposo de Leda y el rey de Esparta, es decir, los tres juntos; un cisne-Zeus, el esposo espartano y la reina yacieron. ¡Con un cisne! Como consecuencia de ello, Leda puso dos huevos; de uno nació Helena y  Pólux, ambos inmortales (considerados hijos de Zeus) y del otro Clitemnestra y Cástor, mortales (considerados hijos de Tidáreo).

.-EL NACIMIENTO DE DIONISIO-

Dionisio tuvo un nacimiento extraño y prematuro que evoca la dificultad de encajarlo en el panteón olímpico, es decir, que no sabían muy bien como meterlo en la mitología y que colase. Su madre fue una mujer mortal, llamada Sémele (bonito nombre por cierto), hija del rey Cadmo de Tebas, y su padre Zeus, el rey de los dioses. La esposa de Zeus, Hera, diosa celosa y vanidosa (otra ma aparte de Afrodita), descubrió la aventura de su marido cuando Sémele estaba en cinta, vamos que la vio embarazada y dijo: "¡¡Ostras!!, seguro que fue Zeus, Marditooooo, que estoy más cornuda que un rinoceronte y un ciervo juntos". Con el aspecto de una anciana (en otras versiones de una nodriza, en otras que si era una joven hermosa y sensuah, bueno da igual, son solo detalles), Hera se apareció de la nada a Sémele, quien le dijo así, por lo bajini, que Zeus era el auténtico padre del hijo que llevaba en el vientre. Hera fingió no creerlo, y sembró las semillas de la duda en la mente de Sémele, quien, curiosa (en otras versiones aburrida), pidió a Zeus que se revelara en toda su gloria y explandoh como prueba de su divinidad. Aunque Zeus le pidió de rodillas suplicando que no le pidiese eso otra vez por pesada, ella insistió y él terminó accediendo por pesada, otra vez. Entonces Zeus se presentó ante ella con sus truenos, vientos y rayos y cosas chachis y bonicas, y Sémele se pazmó y se quedó pajarita perdía, carbonizada. Zeus logró rescatar al embrionario Dionisio plantándolo en su muslo (tampoco es que tuviera otro sitio, no le critiquéis tanto al pobre hombre). Unos meses después, Dionisio nació en el monte Pramnos de la isla Icaria, a donde Zeus fue para liberarlo ya crecido de su muslo. En esta versión, Dionisio tuvo dos «madres» (Sémele y Zeus) antes de nacer, de donde procede el epíteto dimētōr (‘de dos madres’), relacionado con su doble nacimiento (un tanto extraño la verdad).

-MITO DE LA LIRA-

Hermes nació en el monte Cilene en Arcadia. Esta historia se cuenta en el himno homérico a Hermes, un poema muy tocho. Como se sabe, es el dios de los negocios, las travesías, y los cacos. Su mama, Maia, había quedado embarazada de una aventura amorosa con Zeus. Maia se recostó a dormir al infante Hermes, y éste escapó cuando ella sobaba. Corrió a Tesalia, donde Apolo estaba pastoreando su ganado, es decir, pegándole palos a las vacas. En un descuido, el infante Hermes robó varias de sus vacas y las llevó a una cueva en los bosques cercanos a Pilos, borrando sus huellas. En la cueva encontró una tortuga, la mató y vació el caparazón sacando las entrañas y las vísceras sangrientas. Usó los intestinos de una de las vacas y el caparazón de la tortuga para hacer la primera lira. Apolo se quejó a Maia de que su hijo había robado su ganado pero, Hermes ya había vuelto a las mantas en las que ella le había dejado haciéndose pasar por dormido, por lo que Maia rehusó creer las afirmaciones de Apolo. Zeus intervino afirmando haber visto lo que había ocurrido, secundó a Apolo. Entonces Hermes empezó a tocar música en la lira que había inventado. Apolo, un dios de la música, se enamoró del instrumento y ofreció permitir el intercambio del ganado por la lira. Así, Apolo se convirtió en un maestro de la lira.

Espero que tu perro no sea Zeus. O que te persiga Zeus por la calle con una idea muy bien definida en la cabeza... Pero en fin, ES ZEUS. Que se le va ha hacer. Os deseo buena suerte y fortuna ha vosotros, Divina pareja, y Gute Nacht.